Atomizadores agrícolas profesionales

Descubra nuestra selección de atomizadores de alta eficiencia, con tecnología avanzada para una pulverización uniforme y ahorros reales. Explore modelos suspendidos y arrastrados y encuentre el equipo ideal para su explotación.

  • Amplia gama de capacidades: Equipos disponibles de 200 a 1.500 Litros para adaptarse a cualquier tamaño de finca.
  • Cobertura homogénea: Sistemas de boquillas y presión calibrada que garantizan una aplicación precisa y constante.
  • Máximo rendimiento: Diseño optimizado para reducir consumos de producto y acelerar sus labores de tratamiento.
  • Construcción resistente: Materiales reforzados y componentes duraderos, preparados para uso profesional intensivo.
  • Mantenimiento sencillo: Acceso rápido a repuestos y recambios para prolongar la vida útil sin contratiempos.
Atomizadores

Atomizadores arrastrados

A continuación podrás ver los 4 modelos disponibles que hay para atomizadores arrastrados.

Atomizadores suspendidos

Estos son los 4 modelos que tenemos disponibles en atomizadores suspendidos.

¿Qué es un atomizador agrícola?

Un atomizador agrícola es un equipo que pulveriza líquidos como fitosanitarios, fertilizantes o agua sobre los cultivos de forma uniforme. Su función principal consiste en transformar el líquido en gotas muy finas que forman una bruma capaz de cubrir hojas, tallos y frutos con precisión. Gracias a un conjunto de boquillas y reguladores de presión, el agricultor puede ajustar tanto el caudal como el tamaño de las gotas según el tipo de tratamiento que necesite.

Existen diferentes modelos de atomizadores suspendidos, los cuales se enganchan al tractor y rotan alrededor de un eje vertical, y atomizadores arrastrados, que se remolcan detrás del vehículo agrícola. Ambos tipos comparten elementos básicos como el depósito, la bomba, las boquillas y los filtros, aunque difieren en capacidad, alcance y maniobrabilidad. Esta variedad permite seleccionar la opción más adecuada para cada explotación, teniendo en cuenta factores como el tamaño de la parcela, la orografía del terreno y la especie cultivada.

En el día a día, el uso de un atomizador bien calibrado aporta eficiencia en el consumo de recursos y promueve la salud de la planta. Una calibración óptima reduce el desperdicio de producto, minimiza daños por exceso de tratamiento y garantiza una distribución homogénea. Además, un mantenimiento regular de boquillas y filtros asegura un rendimiento constante en cada pase, lo que se traduce en un proceso más rentable y respetuoso con el medio ambiente.

Preguntas frecuentes sobre atomizadores agrícolas

A continuación encontrarás respuestas a las dudas más comunes que surgen al trabajar con atomizadores agrícolas. Cada explicación te ayudará a optimizar tu equipo y tus tratamientos.

El volumen del depósito debe adaptarse al tamaño de tu explotación y al ritmo de trabajo. Para parcelas pequeñas o frutales, un depósito de 500–800 L suele ser suficiente; en cultivos extensos, valores de 1 500–4 000 L reducen recargas frecuentes. Valora también el peso lleno y la capacidad de tu tractor para garantizar maniobrabilidad.

Los suspendidos se fijan directamente al tractor y ofrecen gran maniobrabilidad en viñedos o frutales estrechos. Los arrastrados van sobre un remolque, con depósito de mayor volumen y mejor estabilidad en terrenos llanos. La elección depende del terreno, el espacio entre hileras y la capacidad de carga necesaria.

La calibración ideal es mensual o antes de cada inicio de campaña. Revisa caudal por boquilla, presión de trabajo y velocidad de avance. Un equipo calibrado garantiza dosis precisas, evita fitotoxicidad y ahorra producto. Siempre calibra con agua limpia antes de usar fitosanitarios.

Para tratamientos foliares, las boquillas de diseño multicorriente (híbridas) ofrecen excelente cobertura, creando gotas finas sin excesiva deriva. Combínalas con presiones medias (2–3 bar) para lograr una bruma uniforme que se adhiera bien al follaje.

A mayor presión, las gotas son más finas; a menor presión, más gruesas. Las gotas finas cubren mejor la superficie pero pueden derivarse; las gruesas penetran el dosel y reducen deriva. Ajusta entre 2 y 4 bar según el tratamiento y condiciones de viento.

Sí, siempre que la bomba y las boquillas sean compatibles con fertilizantes solubles. Limpia a fondo tras su uso para evitar corrosión o obstrucciones. Consulta la ficha técnica del equipo para confirmar compatibilidades antes de cambiar de producto.

A diario, limpia filtros y boquillas al finalizar la jornada. Revisa niveles de aceite de la bomba y estado de juntas. Preventivamente, inspecciona conexiones, aprieta tornillería y sustituye componentes desgastados cada temporada para garantizar rendimiento constante.

El viento puede desviar la bruma y disminuir eficacia, mientras que la humedad y temperatura afectan la evaporación de gotas. Pulveriza con vientos bajos (<5 km/h), humedad relativa alta y temperaturas moderadas para asegurar máxima adherencia y evitar evaporación prematura.

Sí, usando boquillas de baja deriva (venturi), ajustando presión a rangos bajos y trabajando temprano en la mañana. Además, incorpora barreras físicas vegetales alrededor de parcelas y evita pulverizar con viento para proteger cultivos vecinos.

Debes cumplir la legislación de productos fitosanitarios vigente, incluyendo registro de tratamientos, capacitación como aplicador autorizado y uso de equipos homologados. Revisa siempre las instrucciones del fabricante y las guías oficiales para asegurar cumplimiento legal.